Seguramente ya has escuchado muchas cosas sobre «Internet de las Cosas» (o «IoT» en inglés). Esta denominación apareció en el año 1999 a propuesta de Kevin Ashton en el Auto-ID Center del MIT, donde se realizaban investigaciones en el campo de la identificación por radiofrecuencia en red (RFID) y tecnologías de sensores. Y desde entonces esta concepción teórica ha obtenido el uso práctico en muchas áreas y sectores diferentes.
¿Entonces, a qué se refiere exactamente Internet de las Cosas? En sencillo: a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Alternativamente, también se habla de él para definir el momento en que la cantidad de “cosas” conectadas a Internet supere a las personas conectadas.
Se supone que estas “cosas” participarán activamente en los negocios, en los procesos sociológicos y los de información, donde pueden interactuar y comunicarse entre sí, hacer intercambios de información sobre el entorno, reaccionar y cambiar los procesos sin necesitar la intervención de seres humanos. ¿Suena como una fantasía futurista? Por ejemplo, un frigorífico puede pedir leche de forma autónoma a una tienda on-line si detecta que se había acabado y le enviará una señal a la casa inteligente para que abra la puerta cuando vayan a entregarla. No está mal, ¿verdad?
«Con el desarrollo de Internet muchos procesos cotidianos van a automatizarse y el papel decisivo en esta automatización lo tomará la tecnología blockchain» – nos asegura TM Forum
Creciendo gradualmente, el IoT se enfrenta a nuevos desafíos. La identificación, conexión, seguridad y la administración de tantos dispositivos son los obstáculos que hay que eliminar para la adopción generalizada del IoT. De hecho, el uso de la blockchain para el IoT es la tarea número uno que muchas empresas tienen en mente. Para 2019, el 20% de todas las implementaciones del IoT tendrán niveles básicos de servicios de blockchain habilitados. La razón probablemente sea una combinación de ataques DDoS incrementados y una suposición por parte de los proveedores de una mayor necesidad de inversiones en seguridad cibernética.
Las soluciones basadas en blockchain e Internet de las Cosas, en algunas áreas, requieren la rápida creación de interacciones entre varios agentes económicos. Esas relaciones influyen en la aparición de consecuencias jurídicas y financieras y, en muchos casos, provocan la necesidad de formalización de relaciones mediante una contratación entre suministrador y consumidor (Service Level Agreement, SLA). Este contrato, con toda la información requerida, es lo que guardan en la cadena de bloques. Y de este modo blockchain puede optimizar muchos procesos y crear un nuevo sistema de relaciones basado en la confianza y donde se excluye cualquier tipo de fraude.
Internet de las Cosas junto con la tecnología blockchain impulsan un nuevo modelo de negocio y esto, a su vez, está provocando el crecimiento del sector Fintech. Porque el sector financiero es una de las áreas que requiere de manera imprescindible un depósito de datos seguro; la armonización de relaciones entre varios tipos de datos, la privacidad de los mismos y otras ventajas importantes es lo que nos aporta el uso de blockchain. Y el IoT, como un pilar de esta base tecnológica, necesita de las relaciones financieras innovadoras que nos pueden proveer las empresas fintech.
«En el Internet de las Cosas (IoT), las cosas se vuelven inteligentes, conectadas y más centradas en aumentar el papel en la vida de cada persona. El concepto actual del IoT carece de un componente críticamente importante: la monetización. El éxito del Internet de las Cosas se logrará mediante el desarrollo de una nueva plataforma económica y el correspondiente modelo monetario. Las «cosas» monetizadas predeterminarán el desarrollo de una nueva economía «, dijo David Furlonger, vicepresidente de Gartner.
Todavía queda mucho trabajo por hacer pero ya los gigantes como IBM y Samsung están desarrollando soluciones propias relacionadas con el IoT y la cadena de bloques, en particular esas empresas han declarado que precisamente blockchain es la tecnología que puede resolver los problemas importantes que frenan la penetración masiva de Internet en áreas diferentes de la vida. Y las Fintech, como SEFIDE, ayudarán a dar el soporte financiero necesario para la desintermediación de las transacciones económicas que subyacen sobre alguna de las funcionalidades de IoT.