Inteligencia Artificial: ¿son robots humanizados o como herramientas sencillas también nos valen?

El termino «Inteligencia Artificial» o «IA» es uno de los más usados en las publicaciones relacionadas con diferentes áreas relacionadas con la educación, la medicina, las ciencias sociales o financieras, la empresarial…, pero todas coinciden en que la IA es el futuro de casi cualquier sector.

Por una parte, tienen razón, porque no usar las nuevas tecnologías aumenta el riesgo de quedarse desfasado con respecto a las últimas tendencias y perder el ritmo de desarrollo de Mercado; pero, por otro lado, no todas las áreas necesitan el mismo nivel de fomento de la inteligencia artificial, porque las necesidades de automatización difieren según de qué industria se trate.

Las empresas que se dedican a la producción de robots inteligentes se esfuerzan mucho por hacer que las interacciones con la IA sean lo más realistas posibles en sonido, comportamiento y reacciones de sus creaciones. Pero muchas veces al buscar la perfección pierden la razón de su trabajo, y esta razón es optimizar las operaciones, ahorrar costes y aumentar la satisfacción del cliente.  ¿De verdad las características humanas son imprescindibles para cumplir estas funciones en todos los campos? puede que no sea lo que los consumidores quieren.

No dudamos que algunas áreas necesitan las capacidades de pensamiento crítico más altas posibles, pero estas aplicaciones son solo una parte del futuro generalizado de la IA. Otras necesitan una forma sencilla de IA porque, por ejemplo, incrementar los sistemas artificiales de percepción y de toma de decisiones simplemente no es necessario.  Un buen ejemplo en este caso sería la banca. Porque el servicio “atención al cliente siempre disponible”, es decir servicio de 24 horas, sí puede necesitar la automatización del proceso de interacción con el usuario y la respuesta más rápida. Y, sin embargo, los consumidores no necesitan una IA con desarrollos específicos de diferentes niveles de comodidad personal, preferencias y sensibilidad. ¿Por qué?  La banca, en general, está formada por los mismos tipos de interacciones, independientemente de quién o dónde se encuentre: disposiciones de efectivo, depósitos y transferencias. En estas interacciones, el objetivo es la velocidad y la simplicidad en todos los canales. Es decir, comunicarse con una institución bancaria para ejecutar varios tipos de transacciones no requiere un sistema de mensajería basado en inteligencia artificial; solo necesita poder interactuar y hacer recomendaciones o transferencias basadas en la necesidad inmediata del cliente y en el histórico de transacciones similares para recuperar datos repetitivos. Y esas necesidades siguen siendo iguales independientemente de la demografía, sea un pensionista o una estudiante, al final quieren la misma cosa: hacer alguna transacción.

¿Y qué tal los neobancos y las Fintech? ¿Cómo están usando las últimas tecnologías? Este año observamos que estas innovaciones se están aplicando en cinco áreas principales:

  1. En el asesoramiento financiero automatizado o desatendido, que, evaluando todas las opciones disponibles, pueden encontrar para el inversor la mejor opción en términos de riesgo/éxito.
  2. En la atención al cliente o chatbots basados en IA con habilidades de conversación humanizada, desarrollados con big data y aprendizaje automático.
  3. En los pagos online y aplicaciones financieras, especialmente en el sentido de autorización y de prevención de fraudes y gestión de riesgos. Los sistemas son capaces de aprender el comportamiento normal del usuario y reconocer situaciones peligrosas, hasta prevenirlas en un futuro.
  4. En el cumplimento regulatorio, en su mayoría son programas que son capaces de detectar cualquier incumplimiento.
  5. En la predicción de los mercados de acciones y futuros. Son sistemas capaces de evaluar la publicidad de las empresas, comentarios de analistas y otros factores, haciendo un análisis de sentimientos y además comparar la información con hechos históricos para predecir la rentabilidad de las acciones.

Es hora de comenzar a preguntarse dónde son más valiosas las soluciones de IA, y qué nivel de aprendizaje avanzado se necesita para satisfacer a la mayoría de los consumidores. Por eso es tan importante que cada empresa o entidad evalúe individualmente cómo y dónde encaja la IA en su transformación digital, mucho antes de que sea lo suficientemente sofisticado para rivalizar con el contacto humano. Debido a que las expectativas de velocidad y disponibilidad ya están contempladas, si la IA como herramienta de automatización se ignora en el corto plazo, se corre el riesgo de retrasar la evolución a largo plazo de esas industrias.

 

IoT y Blockchain: un nuevo escenario para el crecimiento de las Fintech  

Seguramente ya has escuchado muchas cosas sobre «Internet de las Cosas» (o «IoT» en inglés). Esta denominación apareció en el año 1999 a propuesta de Kevin Ashton en el Auto-ID Center del MIT, donde se realizaban investigaciones en el campo de la identificación por radiofrecuencia en red (RFID) y tecnologías de sensores. Y desde entonces esta concepción teórica ha obtenido el uso práctico en muchas áreas y sectores diferentes.

¿Entonces, a qué se refiere exactamente Internet de las Cosas? En sencillo: a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Alternativamente, también se habla de él para definir el momento en que la cantidad de “cosas” conectadas a Internet supere a las personas conectadas.

Se supone que estas “cosas” participarán activamente en los negocios, en los procesos sociológicos y los de información, donde pueden interactuar y comunicarse entre sí, hacer intercambios de información sobre el entorno, reaccionar y cambiar los procesos sin necesitar la intervención de seres humanos. ¿Suena como una fantasía futurista? Por ejemplo, un frigorífico puede pedir leche de forma autónoma a una tienda on-line si detecta que se había acabado y le enviará una señal a la casa inteligente para que abra la puerta cuando vayan a entregarla. No está mal, ¿verdad?

«Con el desarrollo de Internet muchos procesos cotidianos van a automatizarse y el papel decisivo en esta automatización lo tomará la tecnología blockchain» – nos asegura TM Forum

Creciendo gradualmente, el IoT se enfrenta a nuevos desafíos. La identificación, conexión, seguridad y la administración de tantos dispositivos son los obstáculos que hay que eliminar para la adopción generalizada del IoT. De hecho, el uso de la blockchain para el IoT es la tarea número uno que muchas empresas tienen en mente. Para 2019, el 20% de todas las implementaciones del IoT tendrán niveles básicos de servicios de blockchain habilitados. La razón probablemente sea una combinación de ataques DDoS incrementados y una suposición por parte de los proveedores de una mayor necesidad de inversiones en seguridad cibernética.

Las soluciones basadas en blockchain e Internet de las Cosas, en algunas áreas, requieren la rápida creación de interacciones entre varios agentes económicos. Esas relaciones influyen en la aparición de consecuencias jurídicas y financieras y, en muchos casos, provocan la necesidad de formalización de relaciones mediante una contratación entre suministrador y consumidor (Service Level Agreement, SLA). Este contrato, con toda la información requerida, es lo que guardan en la cadena de bloques. Y de este modo blockchain puede optimizar muchos procesos y crear un nuevo sistema de relaciones basado en la confianza y donde se excluye cualquier tipo de fraude.

Internet de las Cosas junto con la tecnología blockchain impulsan un nuevo modelo de negocio y esto, a su vez, está provocando el crecimiento del sector Fintech. Porque el sector financiero es una de las áreas que requiere de manera imprescindible un depósito de datos seguro; la armonización de relaciones entre varios tipos de datos, la privacidad de los mismos y otras ventajas importantes es lo que nos aporta el uso de blockchain. Y el IoT, como un pilar de esta base tecnológica, necesita de las relaciones financieras innovadoras que nos pueden proveer las empresas fintech.

«En el Internet de las Cosas (IoT), las cosas se vuelven inteligentes, conectadas y más centradas en aumentar el papel en la vida de cada persona. El concepto actual del IoT carece de un componente críticamente importante: la monetización. El éxito del Internet de las Cosas se logrará mediante el desarrollo de una nueva plataforma económica y el correspondiente modelo monetario. Las «cosas» monetizadas predeterminarán el desarrollo de una nueva economía «, dijo David Furlonger, vicepresidente de Gartner.

Todavía queda mucho trabajo por hacer pero ya los gigantes como IBM y Samsung están desarrollando soluciones propias relacionadas con el IoT y la cadena de bloques, en particular esas empresas han declarado que precisamente blockchain es la tecnología que puede resolver los problemas importantes que frenan la penetración masiva de Internet en áreas diferentes de la vida. Y las Fintech, como SEFIDE, ayudarán a dar el soporte financiero necesario para la desintermediación de las transacciones económicas que subyacen sobre alguna de las funcionalidades de IoT.

Aceleradoras Fintech: un punto donde las ideas encuentran apoyo

 

Últimamente se habla mucho sobre el crecimiento de las Fintech: los sistemas de pago revolucionarios, inteligencia artificial y sistemas biométricos usados en el campo financiero. Existe un temor de que las Fintech, antes o después, transformarán el modelo de banca tradiciones tal como lo concocemos. Pero la realidad está siendo otra, ya que la banca clásica busca a las startups Fintech para poder integrarlas en su negocio e incorporar sus ventajas competitivas.

En este escenario, casi todas las startups Fintech tienen el propósito de llevar su idea de relación financiera al consumidor de un modo más accesible que luego pueda ser cumplido. La consecuencia es que sus mayores consumidores están siendo las grandes empresas financieras, lo que les lleva a buscar soluciones de inversión a través de aceleradoras especializadas que les aporten la dimensión suficiente para no sucumbir en un primer momento ante la tentación de ser absorbidas por grandes entidades financieras.

¿Qué es una aceleradora? 

“Es un proyecto de desarrollo empresarial intensivo que apoya a innovadores y les ayuda a convertir sus ideas en negocios de éxito o a integrar sus soluciones revolucionarias en una empresa. El apoyo normalmente viene en forma de tutoría, espacio físico y algo de capital inicial”.

Los primeros en usar el modelo de aceleradoras fueron Microsoft, Samsung, Barclays, BNP Paribas, Airbus… aunque su intención inicial fue solo para soluciones internas. Pero cada día aparecen nuevas aceleradoras colaborativas, es decir, el consumidor final apoya a la fintech facilitándole el proceso de desarrollo e integra las soluciones innovadoras en su negocio directamente.

Hoy existe una larga lista de aceleradoras, incubadoras y venture builders para las Fintech en el mundo. También en España, donde las más importantes y mejor valoradas son:

La Asociación Española de Fintech e Insurtech que se dedica a crear un entorno favorable para el desarrollo de startups y empresas fintech e insurtech en España, realizando labores de interlocución, comunicación y colaboración con los organismos y agentes relevantes del sistema para fortalecer su crecimiento y su ecosistema.

Innsomnia es un hub de innovación especializado en la aceleración e incubación de proyectos de base tecnológica a través del acuerdo con grandes compañías que confían en la entidad para incorporar las últimas innovaciones a su modelo de negocio.

Bankia Accelerator by Conector es una aceleradora de startups impulsada por Bankia y Conector con el objeto de ayudar e impulsar a startups innovadoras. Bankia Accelerator by Conector pretende apoyar proyectos con el fin de aportar soluciones tecnológicas para la sociedad en general y las pymes en particular.

Fintech Spain promueve la cultura fintech en el mercado y organiza el evento #FintechExperience Payments. Este evento se centra en dar a conocer los métodos de pago más innovadores en España y a las startups que están apostando por desarrollar estas tecnologías.

Finnovista es una organización que potencia los ecosistemas FinTech en América Latina y Europa, a través de actividades y networks colaborativos, como eventos, workshops, hackathons y competiciones de startups.

Las aceleradoras europeas más importantes son:

Startupbootcamp (SBC) es una red global de aceleradoras centradas en la industria. Ayuda a nuevas empresas que se globalizan, dándoles acceso directo a una red internacional de los socios más relevantes, los inversores y mentores en su sector.

Level 39 es uno de las aceleradoras de tecnología más grandes de Europa para las finanzas, el comercio minorista, la ciberseguridad y futuras empresas de tecnología que ofrecen servicios a ciudades.

Anthemis Foundry es una incubadora de diseño centrado del Grupo Anthemis, una inversión y consultoría en el espacio de tecnología financiera. La incubadora se centra en algunos proyectos elegidos a la vez en lugar de seleccionar lotes de nuevas empresas y tener un horario fijo.

Tech City UK ofrece una plataforma para las empresas de tecnología digital que se establecen en el Reino Unido. Ofrecen apoyo para startups, empresas establecidas y empresarios.

El programa Acelerador de Barclays es un programa de 13 semanas de duración en colaboración con Techstars. Barclays ofrece herramientas, equipos e instalaciones para nuevas empresas.

FinTech Innovation Lab ofrece programas de tutoría de 12 semanas en Nueva York, Londres, Dublín y de Asia y el Pacífico (en Hong Kong). El programa global se ejecuta en colaboración con Accenture y Fondo de Cooperación para la ciudad de Nueva York como uno de los patrocinadores, mientras que también tienen patrocinadores específicos de la región.

Hay muchas más y no solo en el campo de las tecnologías financieras, casi cualquier startup puede encontrar el apoyo en una de ellas.

¿Qué significa este crecimiento tan rápido? Que el modo de empezar un negocio innovador cambió: ya no hace falta tener mucho dinero, tener su propio espacio o conocer a gente del sector, ahora incluso no es imprescindible tener un equipo, basta con tener una buena idea y con eso puedes crear tu startup. Es justo porque al final solo las ideas más o menos locas permiten a un negocio ser competitivo.

Tendencias laborales o a quién buscan los empresarios fintech

La palabra “fintech” entró en nuestras vidas junto con la revolución digital y está siendo usada cada día más. Sabemos más o menos lo que significa, sabemos también qué ventajas nos ofrecen estas compañías, sabemos que este campo acumula dos cosas imprescindibles para tener éxito: talento y dinero. Pero lo que no tenemos tan claro es ¿quién y cómo se crea una empresa Fintech?  No está muy claro el perfil de un trabajador de este sector, a quién buscan y qué capacidades requieren los empresarios Fintech.  

 

Si abrimos una página con ofertas de trabajo vemos que las entidades financieras contemporáneas necesitan diplomados en matemáticas, ingeniería y física, también buscan unos profesionales muy concretos como especialistas en la tecnología blockchain o en inteligencia artificial. Y mientras la revolución del sistema financiero avanza, las universidades no tienen tiempo ni capacidad para para seguir el ritmo de crecimiento de esta nueva industria financiera. Algunas universidades y centros de estudios mundiales y españoles ya ofrecen cursos y hasta doctorados en dicho sector, pero el tiempo que necesita la formación no alcanza el ritmo que lleva la revolución digital, por lo que tenemos otro problema añadido: el sistema de educación clásico no cubre las necesidades que demanda el mercado.  

 

A pesar de esta circunstancia, el sector Fintech crece cada día más, aparecen nuevas startups, nuevas tecnologías, nuevas tendencias. Y todo esto es posible gracias a que los empresarios apuestan por el talento y autodesarrollo, lo cual es un buen camino para todos.  

 

Los líderes mundiales de Fintech acuden cada vez más al sistema de coworking en su búsqueda de nuevas ideas, de personas talentosas y para obtener el mayor intercambio de información y experiencia. Por ejemplo, IBM, Verizon, Microsoft están probando trabajar en coworking con una gran cantidad de emprendedores de startups innovadoras. De otro lado, para las empresas pequeñas es una gran ventaja porque es el mejor sitio para construir relaciones con los gigantes.  

 

Otra tendencia popular es la integración de incubadoras en sus plataformas para atraer startups que empiezan a crear su propio desarrollo, así las empresas líderes tienen un acceso rápido a nuevas ideas, tecnologías e innovaciones.  

 

Hay tres factores importantes que influyen al crecimiento de estas tendencias: gran aumento de la cultura de startups; flexibilidad de recursos humanos en el sentido global, que está desarrollándose gracias a las tecnologías; y la generación milenial, que prefiere la economía de consumo colectivo.  

 

JLL preve que, antes de 2020, el 65% de las corporaciones de Estados Unidos van a usar coworking para sus empleados y antes de 2030 hasta un 30% de oficinas funcionarán con modelos flexibles.  

 

Lo comentado demuestra que hasta ahora no solo las empresas están creando las normas de las relaciones laborales, sino que los profesionales también tienen poder para participar en su definición.  

La transformación digital en sectores sensibles a los cambios tecnológicos, como el financiero, por supuesto, requiere de profesionales versátiles y altamente cualificados pero los modelos de preparación laboral siguen estando atrasados a pesar de sus intentos de corresponder al ritmo del mercado. Entonces, y resumiendo, un trabajador de Fintech debe ser un profesional contemporáneo y flexible y ya no son tan importantes los diplomas universitarios, sino que lo que más se valora hoy son los conocimientos reales, experiencias, nuevas ideas y autodesarrollo, así que cada uno tiene la posibilidad de trabajar en una Fintech.   

fuente de la imagen: www.ieb.es
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