Identificación biométrica como futuro de la verificación del usuario

Con dispositivos que se desbloquean escaneando nuestras huellas dactilares, iris o rostro ya es imposible sorprender a nadie; los usamos cada vez más, son cómodos y seguros. Pero el reconocimiento biométrico va más allá de los dispositivos móviles, ya que cada día lo implementan en diferentes áreas. Lo llaman “el futuro de la identificación”.

Entonces ¿Qué es una identificación biométrica? Son sistemas que permiten identificar a una persona mediante el escaneo de registros anatómicos o por su comportamiento. Existen varios tipos de tecnologías como, por ejemplo, lectores de huellas dactilares, capacitivas, ultrasónicos, reconocimiento de iris y facial 3D, sensores de ritmo cardíaco y de voz, de tipo de comportamiento y, aunque todavía está en proceso de investigación, de reconocimiento de olores.

Las instituciones financieras también se han enfocado a las tecnologías biométricas integrándolas en una amplia gama de canales como banca telefónica, aplicaciones para móviles, cajeros automáticos, sucursales, banca en línea etc. La mayor ventaja de su uso para ellas es la posibilidad de identificar digitalmente al cliente en cualquier momento y cualquier lugar, de una manera sencilla y con mayor seguridad.

Según el último estudio de Juniper Research, las tecnologías de identificación biométrica moverán 2 billones de dólares en transacciones de pago móvil para 2023 y el mayor crecimiento será en las operaciones de ecommerce remotas – cerca del 57% de todas las transacciones de este sector serán biométricas. También, dicho estudio pronostica que la principal innovación pertenecerá al software “biometría como servicio” y a los pagos a través de identificación vocal. Además, el seguimiento del comportamiento del usuario captando datos de, por ejemplo, la velocidad con la que presiona los botones o la forma de mover el cursor, el tiempo de espera entre la realización de operaciones etc. permitirá realizar comprobaciones de identidad seguras basadas en algoritmos que fijan esas pautas y las guardan en la nube.

¿Pero de verdad el reconocimiento biométrico es tan seguro?

Un estudio de Capgemini demuestra que casi la mitad de los consumidores (47%) que usan los canales digitales están preocupados por la seguridad y que el 74% cambiaría su banco o aseguradora en caso de una vulneración de datos.

Con los ataques cibernéticos cada vez más sofisticados, las medidas de seguridad también deben ser más inteligentes. Hay que reconocer que ninguna tecnología ha probado ser inquebrantable. Podemos poner el ejemplo de FaceID, que no reconoce la diferencia entre dos gemelos, varios casos de falsificación de huellas y desbloqueos de dispositivo por errores del sistema.

Puede ser que la clave está en implementar medidas de seguridad que monitoreen y prueben continuamente la autenticidad de los usuarios mediante características difíciles de replicar. Y la única medida preventiva que queda para la protección de la información es hacer la vulneración del sistema tan costosa de realizar que los beneficios de un ataque exitoso no valgan la pena. Y en este sentido la mejor solución sería usar la tecnología blockchain para almacenar y proteger los datos biométricos, siendo ésta una de las áreas de trabajo de ioBuilders y de SEFIDE.

Funcas: banca vs. Fintech, comparativa de la oferta

Cada día escuchamos más sobre la competencia entre bancos clásicos y Fintech. Muchas veces se percibe como un proceso en el que el sistema antiguo se resiente con la irrupción de las nuevas tecnologías, usándose con asiduidad la frase «las fintech matan a la banca». ¿Pero de verdad es una competición “feroz”? Los comentarios de los bancos y de las empresas fintech son muy contradictorios.

Para aclarar un poco la situación, el Observatorio de la Digitalización Financiera Funcas-KPMG viene analizando desde 2017 la actuación y el impacto de los nuevos actores en los procesos bancarios tradicionales y sus principales implicaciones. Dentro de esta línea de trabajo, el estudio realiza un análisis comparativo de la oferta de productos y servicios de las Fintech españolas respecto a la oferta que realiza la Banca tradicional.

El estudio demuestra que, en la actualidad, se aprecia un sector financiero más sólido y rentable, en el que los bancos se enfrentan a un entorno de máxima exigencia caracterizado por:

  • Bajos tipos de interés
  • Gran competencia por los clientes, los negocios y las operaciones más rentables
  • Aparición de nuevos actores en el sector (Fintech y GAFA -Google, Amazon, Facebook y Apple)

Por su parte, las Fintech continúan consolidándose en el sector ofreciendo, en su mayoría, productos y servicios complementarios a los bancarios (al destinarse a clientes históricamente excluidos por la banca por su falta de rentabilidad o alto riesgo) así́ como productos y servicios de soporte a los bancos.

«De las 300 Fintech nacionales se calcula que, actualmente, el 48% de las compañías son complementarias a los bancos, el 32% son colaborativas y el 20% competidoras.»

Pocos productos y servicios de las Fintech nacionales entran realmente en competencia con la banca tradicional. Se caracterizan por unos costes reducidos, rapidez, sencillez, transparencia y gran personalización.

Los préstamos, tanto a empresas como a particulares son la principal área de competencia entre banca y Fintech aunque, como sucede con el resto de verticales, la financiación Fintech suele ser más complementaria que sustitutiva de la bancaria.

Se estima que, en un futuro cercano, la principal competencia con productos y servicios realmente sustitutivos a los bancarios, no vendrá́ de las Fintech, sino de las grandes compañías tecnológicas.

Para hacer frente a estos retos, la banca tradicional está redefiniendo sus modelos de negocio para satisfacer a unos clientes cada vez más digitales, de acuerdo con las nuevas regulaciones, aumentando la transparencia y manteniendo la seguridad y la confianza. Además, la industria financiera se encuentra cada vez más abierta a la colaboración, tanto con una alianza Banca-Fintech, como con la cooperación entre entidades tradicionales.

El auge de las Fintech está revitalizando la experiencia del cliente en el ámbito de los servicios financieros y ha supuesto un acelerador para la transformación digital de la banca. Poseen procesos muy adaptados y enfocados al cliente. Y la reducción de los costes que han hecho posible gracias a la tecnología les permite lanzar en el mercado productos muy competitivos. Sin embargo, no puede considerarse que estén siendo realmente disruptivas en las verticales en las que realmente compiten con los bancos.

Efectivamente, se pueden observar productos diferenciales con un alto valor añadido en aquellas verticales complementarias, que satisfacen las necesidades financieras de segmentos históricamente desatendidos por el sistema financiero tradicional, y en las colaborativas, en las que las Fintech ofrecen sus servicios a los bancos, generalmente de soporte a sus procesos:

– Los comparadores financieros ofrecen una amplia y actualizada información sobre las hipotecas, préstamos, cuentas, tarjetas y depósitos, que se pueden encontrar en el mercado para que los usuarios seleccionen el producto más ventajoso. Su objetivo es ayudar a los interesados a entender y elegir los productos que más les convienen para su caso particular, desde los más habituales como las cuentas bancarias o las tarjetas de crédito, hasta productos más complejos como préstamos o hipotecas.

– El onboarding digital hace referencia al proceso de identificación no presencial que permite a los usuarios darse de alta como nuevos clientes de manera totalmente digital a través de canales online. Se basa en el uso de la tecnología biométrica para reconocimiento óptico y facial, así́ como la captura de documentos de identificación oficial. Asimismo, con estas soluciones

se previene de una forma más efectiva el fraude de identidad y proporcionan una ágil y fácil experiencia de usuario.

– Los agregadores financieros muestran en un mismo lugar toda la información financiera de un cliente, mostrando todas sus posiciones en los diferentes bancos con los que opera y de las diversas compañías de tarjetas. Además de mostrar toda la información en un único lugar suelen proporcionar servicios de valor añadido al cliente, como la clasificación por tipología de gasto o diversas alertas que permiten al cliente una mejor gestión de sus finanzas personales.

– Las Fintech de infraestructura financiera permiten la conexión con los bancos para la descarga automática de los movimientos, siendo compatible con los principales ERP y bancos del mercado. Su propuesta se sustenta en nuevas tecnologías que permiten mejorar la agilidad, flexibilidad, velocidad y precisión de la información.

– Las Fintech que apuestan por el Big Data y la Inteligencia Artificial colaboran con los bancos para ayudarles a conocer mejor a sus clientes, detectar mejor sus necesidades, definir nuevos productos o servicios, así́ como detectar posibles situaciones de fraude.

Estas empresas Fintech tienen un futuro prometedor, ya que su colaboración con la banca les permitirá́ evolucionar y desarrollar sus productos y servicios, porque las entidades tradicionales cuentan con capacidad de inversión y la confianza de los clientes. En la actualidad, se presentan claros ejemplos de esta colaboración con startups tecnológicas trabajando con los bancos para la incorporación de mejores sistemas de aproximación a los clientes y con los bancos lanzando programas de aceleración de startups Fintech con el fin de seguir innovando. Es más, se está produciendo un auge del concepto «Banking as a Plataform”, es decir, la banca como base del sistema y diferentes APIS conectadas para ofrecer los distintos servicios a los clientes.

Por su parte, las entidades tradicionales están adaptando sus estrategias y modelos de negocio, adoptando las buenas prácticas y ejemplos del sector Fintech para conseguir mantener a sus clientes y para hacer frente a futuros competidores.

Con el mismo objetivo, los bancos también están estudiando vías de colaboración con otros bancos, entre las que destacan:

– Compartir centros tecnológicos, incubadoras y aceleradoras Fintech.

– Crear una tarjeta de crédito común, o plataformas, como ya han avanzado con la aplicación de pequeños pagos inmediatos Bizum o con la fusión de los tres medios de pago existentes hasta ahora (Servired, 4B y Euro 6000).

– Crear oficinas multimarca en zonas rurales donde no hay sucursales para que el cliente pueda realizar su operativa. Con esta medida, las entidades conseguirían lidiar con la exclusión financiera en estas áreas.

El avanzado ritmo de desarrollo tecnológico actual hace que las tendencias en el mundo digital tengan unos ciclos de vida bastante impredecibles. A pesar de ello, KPMG identifica las siguientes 5 tendencias que marcarán el futuro próximo, todas ellas con la experiencia de cliente como denominador común:

1. Sofisticación de canales digitales para crear experiencias de cliente integrales

2. Digital Store

3. Análisis de datos de calidad

4. Realidad Virtual (VR) y Realidad Aumentada (AR)

5. Asistentes virtuales y sistemas cognitivos

En lo que respecta al ecosistema Fintech, este continúa madurando a un ritmo acelerado, con grandes desarrollos que van desde el aumento de la banca abierta, el aumento de la claridad regulatoria y el avance de tecnologías como la Inteligencia Artificial y el Blockchain.

Las 10 predicciones de KPMG más relevantes para el 2018 en el sector financiero, son las siguientes:

  1. La Inteligencia Artificial se acelera: la innovación continúa y se adopta la IA como tecnología subyacente
  2. Incremento de Regtech: mayor inversión en Regtech en todo el mundo
  3. Cooperación: mayor colaboración y asociación entre proveedores a gran escala
  4. Préstamos digitales de próxima generación: aumento de la tecnología y las plataformas de las hipotecas en línea
  5. Más allá́ de los casos de uso: primeros éxitos en el inicio de los sistemas de producción de blockchain
  6. Banca abierta: las API abiertas marcan el camino para desarrolladores en Europa y en el mundo
  7. Nuevos challenger banks: los “incumbents” de servicios financieros construyen sus propios bancos digitales
  8. Innovación Insurtech: incremento de la inversión para impulsar el desarrollo Insurtech y construir hubs de referencia alrededor del mundo
  9. Hacia compañías full- stack: las empresas Fintech más maduras amplían los conjuntos de soluciones ofertadas intentando abarcar toda la cadena de valor
  10. Participación con las Big Tech: mayor asociación entre Fintech y los gigantes tecnológicos

Los bancos nacionales, además del esfuerzo de reestructuración  y aumento de la eficiencia realizado en los últimos diez años, están ajustando sus modelos de negocio para poner el foco en el cliente y así revitalizar los márgenes, sin depender únicamente de la normalización

de la política monetaria y las subidas de tipos de interés que se esperan en Europa a partir del próximo año.

Las Fintech, por su parte, siguen incrementando su presencia y relevancia, impulsando un ecosistema cada vez más fuerte que actúa como motor de cambio y transformación del sector  financiero. Estas empresas tecnológico-financieras son capaces de desarrollar soluciones que permiten desintermediar a los bancos en tareas y funciones de su cadena de valor tradicional.

Y aunque esto podría suponer una amenaza competitiva para las entidades tradicionales, la

estrategia de Bancos y Fintech ha ido cambiando y en buena medida ya no actúan como competidores, sino que buscan fórmulas de colaboración como la mejor vía para generar valor.

Tanto Bancos como Fintech ven cómo sus principales competidores a los gigantes tecnológicos (GAFA y BAT), que cuentan con la confianza de millones de usuarios y con grandes fondos para sus inversiones. Frente a la competencia de los bigtech, la colaboración banca-Fintech, permite a ambos estar a la vanguardia de la tecnología bancaria y ser parte del ecosistema tecnológico. En consecuencia, actualmente las entidades financieras tradicionales mantienen una estrategia activa de inversión, adquisición, colaboración e incubación de nuevas startups en el sector Fintech.

Fuente

Tendencias laborales o a quién buscan los empresarios fintech

La palabra “fintech” entró en nuestras vidas junto con la revolución digital y está siendo usada cada día más. Sabemos más o menos lo que significa, sabemos también qué ventajas nos ofrecen estas compañías, sabemos que este campo acumula dos cosas imprescindibles para tener éxito: talento y dinero. Pero lo que no tenemos tan claro es ¿quién y cómo se crea una empresa Fintech?  No está muy claro el perfil de un trabajador de este sector, a quién buscan y qué capacidades requieren los empresarios Fintech.  

 

Si abrimos una página con ofertas de trabajo vemos que las entidades financieras contemporáneas necesitan diplomados en matemáticas, ingeniería y física, también buscan unos profesionales muy concretos como especialistas en la tecnología blockchain o en inteligencia artificial. Y mientras la revolución del sistema financiero avanza, las universidades no tienen tiempo ni capacidad para para seguir el ritmo de crecimiento de esta nueva industria financiera. Algunas universidades y centros de estudios mundiales y españoles ya ofrecen cursos y hasta doctorados en dicho sector, pero el tiempo que necesita la formación no alcanza el ritmo que lleva la revolución digital, por lo que tenemos otro problema añadido: el sistema de educación clásico no cubre las necesidades que demanda el mercado.  

 

A pesar de esta circunstancia, el sector Fintech crece cada día más, aparecen nuevas startups, nuevas tecnologías, nuevas tendencias. Y todo esto es posible gracias a que los empresarios apuestan por el talento y autodesarrollo, lo cual es un buen camino para todos.  

 

Los líderes mundiales de Fintech acuden cada vez más al sistema de coworking en su búsqueda de nuevas ideas, de personas talentosas y para obtener el mayor intercambio de información y experiencia. Por ejemplo, IBM, Verizon, Microsoft están probando trabajar en coworking con una gran cantidad de emprendedores de startups innovadoras. De otro lado, para las empresas pequeñas es una gran ventaja porque es el mejor sitio para construir relaciones con los gigantes.  

 

Otra tendencia popular es la integración de incubadoras en sus plataformas para atraer startups que empiezan a crear su propio desarrollo, así las empresas líderes tienen un acceso rápido a nuevas ideas, tecnologías e innovaciones.  

 

Hay tres factores importantes que influyen al crecimiento de estas tendencias: gran aumento de la cultura de startups; flexibilidad de recursos humanos en el sentido global, que está desarrollándose gracias a las tecnologías; y la generación milenial, que prefiere la economía de consumo colectivo.  

 

JLL preve que, antes de 2020, el 65% de las corporaciones de Estados Unidos van a usar coworking para sus empleados y antes de 2030 hasta un 30% de oficinas funcionarán con modelos flexibles.  

 

Lo comentado demuestra que hasta ahora no solo las empresas están creando las normas de las relaciones laborales, sino que los profesionales también tienen poder para participar en su definición.  

La transformación digital en sectores sensibles a los cambios tecnológicos, como el financiero, por supuesto, requiere de profesionales versátiles y altamente cualificados pero los modelos de preparación laboral siguen estando atrasados a pesar de sus intentos de corresponder al ritmo del mercado. Entonces, y resumiendo, un trabajador de Fintech debe ser un profesional contemporáneo y flexible y ya no son tan importantes los diplomas universitarios, sino que lo que más se valora hoy son los conocimientos reales, experiencias, nuevas ideas y autodesarrollo, así que cada uno tiene la posibilidad de trabajar en una Fintech.   

fuente de la imagen: www.ieb.es
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