Método único para los pagos digitales.

El último informe publicado por Capgemini sobre los medios de pago (World Payments Report 2018) recoge que el volumen de transacciones digitales a nivel global creció un 10.1% desde 2016, hasta alcanzar los 482.6 mil millones. Asia con un 25.2% y el área CEMEA (Europa Central, Oriente Medio y África) con un 17.1%, lideraron un crecimiento cuyos ratios fueron acelerados en los mercados emergentes gracias a la intervención de los gobiernos, que hicieron verdaderos esfuerzos por facilitar la inclusión financiera y la adopción de los pagos móviles, particularmente en China, India y Sudáfrica. En cambio, los mercados maduros como los países asiáticos del Pacífico, USA y Europa mantuvieron un crecimiento estable del 7.1%.

Las operaciones “sin efectivo” seguirán creciendo gracias a aquellos países emergentes, los cuales realizan ya una tercera parte de las transacciones globales y la mitad del volumen total en cuanto a importe, a pesar de que el mercado está siendo acaparado por las grandes BigTech (Google, Amazon, Facebook, Apple, Alipay y Tencent). Estas compañías seguirán protagonizando los principales crecimientos debido a que parten de la ventaja de tener una extensa base de datos de usuarios con la que han creado un gran impacto en el espacio de pagos digitales, centrándose en la experiencia de usuario, en las funcionalidades de valor añadido y en los efectos de haber hecho uso de las redes sociales como valiosa fuente de información conductual y como plataforma de lanzamiento de sus soluciones de pago.

Si revisamos la evolución de los sistemas de pago a lo largo del tiempo, encontraremos que, aunque variase el método de valoración y de respaldo de los activos monetarios puestos en circulación, los mercados han tenido en cada etapa histórica los mismos patrones de funcionamiento: el trueque, la moneda, el papel moneda, el cheque, el pagaré y la tarjeta de crédito; todos ellos han llegado a convivir y a substituirse en algunos casos, pero su “modus operandi” ha sido compartido globalmente. En cambio, los sistemas de pago electrónicos, debido a la pluralidad de soluciones que aporta la tecnología, se han diversificado de tal manera que cada compañía pugna por liderar el mercado en función del número de usuarios que lo utilizan, no porque funcionalmente la suya sea la más adecuada.

Así, nos encontramos desde wallets que agregan tarjetas de crédito para pagos online y offline, aplicaciones para dispositivos móviles respaldadas por cuentas bancarias, “wearables” que integran sistemas NFC o RFID, lectores en punto de venta (POS) que leen códigos barra o QR, hasta códigos QR impresos que son leídos directamente por el usuario con su smartphone. Una de las razones por la que los pagos, a nivel global, se están haciendo digitales es la amplia oferta de sistemas que aceleran su adopción, si bien el ritmo no es como se esperaba debido a la superposición entre ellos y, a su vez, con los métodos tradicionales todavía existentes.

Por otro lado, el ecosistema de pagos digitales involucra, además de al comercio y al consumidor, a los proveedores de servicios de pago, a las entidades emisoras y adquirentes, a las redes que intermedian y a las empresas que articulan programas de fidelización. Un complejo sistema que, en el caso de las entidades de dinero electrónico, se ve simplificado, pero que requerirá del establecimiento de un modelo de interconexión de pagos que resuelva con un procedimiento interoperativo común el uso de las aplicaciones y sus tecnologías asociadas.

En un escenario tan saturado de métodos, prevalecerá el que se enfoque a la pertinencia de la solución y a la experiencia que el consumidor tenga durante su uso (con variables como la sencillez, seguridad, confianza, rapidez, conveniencia, flexibilidad, precio, etc.), así como a resolver la realización y el control de las transacciones de pago bajo procedimientos regulados y con independencia de quién sea el emisor y el adquirente.

Tecnologías como blockchain/DLT, los recursos cloud, la “apificación” de las soluciones, las versiones “plug & play” y las plataformas de servicio abiertas están ya disponibles para simplificar la interoperabilidad de todos los sistemas de pago electrónicos a nivel global, de manera que el conjunto de procedimientos sea común para todos los procesadores y para todos los usuarios. Entidades como SEFIDE EDE trabajan en este sentido, colaborando con otras empresas europeas para crear espacios comunes donde simplificar la metodología e interoperar los pagos electrónicos con independencia de la aplicación de usuario y del país donde se realicen. Universalizando los pagos, en definitiva.

 

José Manuel Navarro Llena

CMO MOMO Group

Publicado en el Nº 48 de IT USER (págs. 64-65)

Los pagos digitales basados en QR conquistan Europa

 Hace casi un año les refería que “el pago móvil se escribe en chino”, un apunte acerca del comportamiento de los usuarios de la aplicación Alipay tras el estudio realizado por Nielsen en 2018. Lo concluía apuntando que una de las cuestiones que había que priorizar para estimular la visita del turismo chino a nuestro país (y a Europa) sería la facilitación del pago mediante Alipay. Con esa apuesta, además de ampliar las opciones de pago en los comercios, el objetivo es atender a una sociedad que muestra unas preferencias claras tanto en la selección de destino como en la decisión de compra.

Hace unos meses, volviendo sobre este asunto, insistí en prestar atención a “la disrupción que viene de China”, ya que la expansión que han tenido las plataformas de pago móvil en el mercado asiático ha favorecido su escalabilidad y el avance hacia otros mercados donde sus usuarios esperan ser atendidos como en su país de origen. De hecho, en el marco de la final de la UEFA Nations League, Eric Jing, Presidente y CEO de Ant Financial (entidad que respalda Alipay), anunció el acuerdo al que han llegado con seis empresas europeas para promover la interoperabilidad de los pagos digitales basados en códigos QR, de manera que todos los titulares de los monederos electrónicos que participan puedan hacer uso de ellos, inicialmente, en diez países europeos y en China.

De esta forma, cuando los turistas chinos viajen al extranjero, tendrán la misma experiencia de pago móvil que tienen en China, lo que implicará que prefieran los establecimientos donde puedan hacer uso de Alipay y que gasten más en ellos. La consecuencia es un apoyo a las empresas locales, que ahora se ve reforzado por el acuerdo firmado con los siete wallets europeos como materialización de su voluntad de continuar profundizando y fortaleciendo la oferta de servicios en Europa, ayudando a conectar el máximo número posible de comerciantes con el mayor número de turistas chinos y europeos.

Bluecode (Austria y Alemania), ePassi (Suecia, Dinamarca, Eslovenia e Islandia), Pagaqui (Portugal), Pivo (Finlandia), Vipps (Noruega) y SEFIDE EDE (con su aplicación Momo Pocket en España) aportarán en conjunto más de cinco millones de usuarios y en torno a 190.000 comercios. Cifras que se verán incrementadas con los usuarios de Alipay que visitan anualmente Europa (14,2 millones en 2018). Por su parte, los comercios que ya aceptan el pago mediante móvil de cualquiera de esas siete aplicaciones en su mercado nativo, podrán ampliar la adquirencia al resto de clientes provenientes del conjunto de estas entidades. Se producirá así el acceso combinado de las bases de usuarios de todos estos medios de pago para ampliar sus redes comerciales y ofrecer un servicio estandarizado a millones de personas, igualando procesos y garantizando la misma experiencia de uso en todos los puntos de venta adheridos.

El objetivo es crear una plataforma común para que en la UE se pueda compartir un mismo sistema de pago electrónico mediante el que cualquier persona pueda usar su monedero móvil. Universalizar los pagos utilizando un mismo código QR es un inequívoco paso hacia la simplificación del sistema mediante un estándar seguro que impulsará el negocio de los comercios europeos y ayudará a substituir el dinero efectivo por los pagos digitales.

Esto es algo que SEFIDE EDE viene haciendo desde hace seis años cuando operó el primer pago mediante móvil en España. Desde entonces, en palabras de Mariano Mora, CEO de MOMO Group, “la compañía se ha expandido para ayudar a los comerciantes a aumentar sus ventas al aceptar pagos QR de miles de turistas chinos a través de Alipay; de ahí nuestro entusiasmo con la idea de que nuevos socios se unan en esta colaboración, ofreciendo a todos los usuarios más posibilidades de utilizar su aplicación móvil preferida, también cuando viajan al extranjero«.

Más que generalizar una forma de pago, estamos ante la creación de una red global que, en cambio, garantiza la personalidad de cada wallet.

 

José Manuel Navarro Llena

CMO MOMO Group

 

Publicado en el Nº 47 de IT USER (págs. 166-167)

Ir a Arriba