Consideraciones a partir del European Payment Report 2019

El último informe publicado por INTRUM, European Payment Report 2019, desvela algunos datos interesantes, o curiosos, sobre el estado actual del mercado de pagos y las implicaciones que puede tener para el esfuerzo por ampliar las opciones del dinero digital.

Adelantamos algunos para reflexionar sobre ellos:

Cerca de un 30% de las empresas españolas no quieren adaptarse a un mundo sin dinero en efectivo porque creen que el gasto del consumidor disminuirá en una sociedad que goce de una economía digitalizada. Frente a esto, cabe pensar que si todas las personas tuviéramos a nuestra disposición todo nuestro dinero en una cuenta y no existiera el efectivo gastaríamos lo mismo o más debido a que la percepción del gasto es diferente cuando se realiza de una forma u otra; y también tendríamos más control sobre nuestros gastos.

 ¿Cuándo cree que su país será un país sin efectivo?

 

El 40% de las empresas cree que el riesgo de las operaciones descenderá con una sociedad sin efectivo y un 43% opina que no tendrá repercusión. Aunque existe cierta sensación de inseguridad en las transacciones digitales, es cierto que la pérdida del dinero efectivo o su sustracción generan más miedo debido a la irrecuperabilidad del último cuando se produce. En cambio, los sistemas actuales de tokenización de los datos garantizan la inviolabilidad de las transacciones digitales.

El 28% de las personas que han realizado la encuesta opina que la eficiencia de las rutinas y contabilidad de los pagos aumentará; en cambio, el 32% creen que descenderá. Una de las grandes ventajas del dinero electrónico es la facilidad e inmediatez de las transacciones, por lo que la contabilización y la gestión de las cuentas es más sencilla y permite agrupar fondos y obtener posiciones globales.

 El 35% de las empresas cree que los gastos generales descenderán y el 42% piensa que no tendrá impacto alguno. El 36% de las empresas españolas piensa que los costes operativos descenderán en una sociedad sin efectivo y el 40% piensa que no tendrá impacto. Por otro lado, El 30% opina que con una sociedad sin efectivo aumentará el potencial del big data a partir de la información de las transacciones y un 32% creen que descenderán. Estos porcentajes crean cierto desconcierto, ya que cualquier transacción es susceptible de sumarse a un conjunto mayor de datos cuyo análisis aporte valor en la creación de estrategias de fidelización, por su trazabilidad y por aportar datos acerca de la conducta de los usuarios. Lo cual ayudará, sin duda, a crear procesos más eficientes y a estrechar relaciones con los clientes.

 En cuanto al nivel del gasto en consumo el 34% cree descenderá mientras que el 43% piensa que no tendrá impacto alguno. La repercusión en el riesgo a la pérdida de clientes se mantiene en similares ratios: 36% piensa que descenderá y el 43% creen que no tendrá repercusión alguna. Estas cifras pueden estar relacionadas con la sensación que tiene el 40% de que la exposición a los ciberataques aumentará, un 25% que descenderá y un 32% opina que no tendrá impacto. La creencia de la vulnerabiliad de las operaciones electrónicas frente a ciberataques es inevitable, aunque las entidades de dinero electrónico estamos sujetas a los máximos niveles de seguridad informática, habiendo desarrollado estándares que recientemente han sido migrados a blockchain para reducir el riesgo a cero. Por otro lado, garantizamos el 100% de los fondos depositados, a diferencia de las entidades convencionales que solo pueden respaldar el importe máximo legalmente previsto por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), en la actualidad 100.000€ por titular en caso de insolvencia del banco titular.

 En conclusión, podemos observar que una gran proporción de las personas creen que una sociedad sin efectivo no tendrá impacto en ninguna de los factores que se ofrecen.

 

 

Beneficios de Dinero Electrónico

El uso del dinero en efectivo decrece anualmente debido a la generalización de los sistemas de pago electrónico; los sistemas que han sustentado la economía global han evolucionado conforme lo han hecho las necesidades, en cada período histórico, de ampliar las relaciones comerciales desde las establecidas entre grupos cercanos, mediante el trueque, hasta nuestros días, cuando no existen fronteras ni distancias para realizar cualquier tipo de transacción.

El dinero electrónico aporta ventajas de indudable valor como es la facilidad de acceso desde un dispositivo móvil, así como a todos los movimientos que se realicen desde cualquier aplicación financiera y que quedan reflejados en la cuenta de dinero digital asociada.

Un aspecto relevante es la seguridad que aportan estos sistemas que impide que el dinero se pueda perder o lo puedan sustraer, aunque se pierda el móvil, ya que los datos no se encuentran en el móvil sino en el servidor del proveedor del servicio, al que solo se puede acceder con PIN, Huella Digital/Touch ID o reconocimiento facial/Face ID. En el caso de robo, se puede acceder desde otro dispositivo, introduciendo la clave personal, y seguir operando con normalidad.

Una parte de consumidores recela de la innovación financiera, prefiriendo el dinero físico al electrónico, porque no confía en la disponibilidad total de sus depósitos. En realidad, esta situación se produce por desinformación ya que el funcionamiento de una cuenta de dinero digital es igual que la de una cuenta bancaria tradicional, con la ventaja añadida de que sus fondos están garantizados al 100%, mientras que las entidades convencionales solo pueden respaldar el importe máximo legalmente previsto por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), en la actualidad 100.000€ por titular en caso de insolvencia del banco titular.

Otra de las ventajas del dinero electrónico es la inmediatez en la realización de las transacciones, ya que estas se realizan en tiempo real, sea una compra o una transferencia, de manera que tanto el cargo en la cuenta del ordenante como el abono en la del beneficiario quedan anotadas en el instante de realizar la operación.

Un 70% de los clientes de las entidades financieras está registrado en banca electrónica, fundamentalmente porque las actividades típicas que antes debían realizarse en una sucursal han sido adaptadas a un dispositivo electrónicos que aportan comodidad y facilidad de uso. Estos usuarios, una vez descubierta la sencillez de esta operatoria online, en su mayoría no han vuelto a ir a su oficina para esas mismas operaciones. La tecnología nos hace la vida más cómoda, y en el ámbito financiero es donde más inversión en innovación se ha realizado.

En países como Suecia se está acercando al desvanecimiento del dinero físico; en España queremos aportar nuestro servicio de dinero electrónico para intentar alcanzar parecidas cotas de uso. Ya en 2016 se superó por primera vez el uso de dinero electrónico a la utilización del dinero físico, incluyendo tarjetas de créditos, compras por internet… Decisiones como que numerosos establecimientos no acepten dinero físico en los países nórdicos o en China, y que la mayoría de las oficinas bancarias no permiten depositarlo o retirarlo, determina que los ciudadanos de dichos países terminan por acostumbrarse a la no utilización del dinero físico, sin que haya consecuencias de orden económico o social, salvo las derivadas de las nuevas funcionalidades que incorporan los pagos digitales para evitar transacciones soportadas con dinero negro.

El control de tus gastos es más palpable con estas innovaciones que te ofrecemos. ¿Qué necesidad tienes de llevar la cartera? Llevar todo en el móvil es posible con una simple recarga.

  • No hay que llevar dinero físico
  • No se puede perder el dinero porque no es tangible.
  • Se puede tener mejor control de los gastos.
  • Remitir dinero es instantáneo y sin conste para el usuario.
  • El dinero físico se puede convertir en electrónico y viceversa, por lo que esta barrera es fácilmente superable gracias a los acuerdos con terceros (bancos convencionales y plataformas de cajeros automáticos).

Los pagos digitales basados en QR conquistan Europa

 Hace casi un año les refería que “el pago móvil se escribe en chino”, un apunte acerca del comportamiento de los usuarios de la aplicación Alipay tras el estudio realizado por Nielsen en 2018. Lo concluía apuntando que una de las cuestiones que había que priorizar para estimular la visita del turismo chino a nuestro país (y a Europa) sería la facilitación del pago mediante Alipay. Con esa apuesta, además de ampliar las opciones de pago en los comercios, el objetivo es atender a una sociedad que muestra unas preferencias claras tanto en la selección de destino como en la decisión de compra.

Hace unos meses, volviendo sobre este asunto, insistí en prestar atención a “la disrupción que viene de China”, ya que la expansión que han tenido las plataformas de pago móvil en el mercado asiático ha favorecido su escalabilidad y el avance hacia otros mercados donde sus usuarios esperan ser atendidos como en su país de origen. De hecho, en el marco de la final de la UEFA Nations League, Eric Jing, Presidente y CEO de Ant Financial (entidad que respalda Alipay), anunció el acuerdo al que han llegado con seis empresas europeas para promover la interoperabilidad de los pagos digitales basados en códigos QR, de manera que todos los titulares de los monederos electrónicos que participan puedan hacer uso de ellos, inicialmente, en diez países europeos y en China.

De esta forma, cuando los turistas chinos viajen al extranjero, tendrán la misma experiencia de pago móvil que tienen en China, lo que implicará que prefieran los establecimientos donde puedan hacer uso de Alipay y que gasten más en ellos. La consecuencia es un apoyo a las empresas locales, que ahora se ve reforzado por el acuerdo firmado con los siete wallets europeos como materialización de su voluntad de continuar profundizando y fortaleciendo la oferta de servicios en Europa, ayudando a conectar el máximo número posible de comerciantes con el mayor número de turistas chinos y europeos.

Bluecode (Austria y Alemania), ePassi (Suecia, Dinamarca, Eslovenia e Islandia), Pagaqui (Portugal), Pivo (Finlandia), Vipps (Noruega) y SEFIDE EDE (con su aplicación Momo Pocket en España) aportarán en conjunto más de cinco millones de usuarios y en torno a 190.000 comercios. Cifras que se verán incrementadas con los usuarios de Alipay que visitan anualmente Europa (14,2 millones en 2018). Por su parte, los comercios que ya aceptan el pago mediante móvil de cualquiera de esas siete aplicaciones en su mercado nativo, podrán ampliar la adquirencia al resto de clientes provenientes del conjunto de estas entidades. Se producirá así el acceso combinado de las bases de usuarios de todos estos medios de pago para ampliar sus redes comerciales y ofrecer un servicio estandarizado a millones de personas, igualando procesos y garantizando la misma experiencia de uso en todos los puntos de venta adheridos.

El objetivo es crear una plataforma común para que en la UE se pueda compartir un mismo sistema de pago electrónico mediante el que cualquier persona pueda usar su monedero móvil. Universalizar los pagos utilizando un mismo código QR es un inequívoco paso hacia la simplificación del sistema mediante un estándar seguro que impulsará el negocio de los comercios europeos y ayudará a substituir el dinero efectivo por los pagos digitales.

Esto es algo que SEFIDE EDE viene haciendo desde hace seis años cuando operó el primer pago mediante móvil en España. Desde entonces, en palabras de Mariano Mora, CEO de MOMO Group, “la compañía se ha expandido para ayudar a los comerciantes a aumentar sus ventas al aceptar pagos QR de miles de turistas chinos a través de Alipay; de ahí nuestro entusiasmo con la idea de que nuevos socios se unan en esta colaboración, ofreciendo a todos los usuarios más posibilidades de utilizar su aplicación móvil preferida, también cuando viajan al extranjero«.

Más que generalizar una forma de pago, estamos ante la creación de una red global que, en cambio, garantiza la personalidad de cada wallet.

 

José Manuel Navarro Llena

CMO MOMO Group

 

Publicado en el Nº 47 de IT USER (págs. 166-167)

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